El momento en el que se te desdobla el apellido, y te volvés sólo un nombre, a donde vas a ir? Qué podés ser? Y cuando tu nombre no es mas tu nombre?
-Dale, Mariela, levantate,- Reclama la vieja, abriendo la puerta- hace calor cómo para que estés durmiendo, vos sabés que es pesado hacerlo, pero es intranquilizante verte dormir, no podés pasarte toda tu vida durmiendo tanto, además tenés que ir al mercado a comprar un poco de carne, porque viste que mas a la noche vienen a comer los chicos, y eso capaz que te sirva para poder hablar con José, que seguro que te va a ayudar a conseguirte un laburito, porque vos sabés lo importante que es que te forjés un futuro, ah si, por cierto, anoche en la tele dijeron que si vas para la zona de Bernal te van a cagar a tiros, tené cuidado, porque no puedo estar toda la vida cuidándote, me parece que sos demasiado insensato cómo para poder estar solamente vos por tu cuenta, me da miedo por vos, que vas a hacer cuando seas grande? Te quiero pero vas a tener que irte alguna vez, venís al mundo y hasta ahora no hiciste nada importante, sos totalmente irrelevante en lo que hacés, no puedo parar de llorar todas las noches por vos, me das miedo, no entendés? Estás sola en el mundo y no levantás la cabeza, no podés ser tan ignorante, no tomás la pastilla todas las mañanas, ni todas las noches. Te faltás el respeto a vos misma, nena. No se que carajo pensaron tus padres cuando te dejaron en este mundo, cuando naciste, yo sabía que no ibas a ser nada, por mas que hagas todas esas cosas por las que algunos te crean interesante y enérgicamente activa. Pero no, todos tenemos una oportunidad mas, porque vos sabés que es duro el mundo, pero todos tenemos una segunda oportunidad, tu mamá siempre decía que el cielo es tan alcanzable como una baldosa en el piso, pero viste como se murió, no? Son todos soñadores, a mi me parece estúpido todo eso, porqué me hablás así, no hablés, callate la boca, pelotuda. No me interesa tu poesía, tu música, no me interesa en lo mas mínimo lo que hagas, crecé, pelotuda. Dale, levantate que si no, no llegás a la escuela.
Y Mariela nunca se levantó de su cama. O mejor dicho, nunca llegó a hacerlo.
